Hola a todos y a todas! Somos Almudena y María estudiantes de tercero de
Educación Social, de la Universidad de Valencia. Por primera vez nos adentramos
en este nuevo mundo, un tanto desconocido, a través del cual reflexionar y
aportar conocimientos acerca de la nueva asignatura que se nos presenta en este
segundo cuatrimestre: Programas de Acción Sociocultural y Educativa, impartida
por Carles Monclús.
El inicio de esta asignatura se abre con un importante y amplio tema, La
Cultura, y con él se nos plantea una interesante cuestión: ¿qué entendemos por
cultura?
Durante el primer día de clase, todos los compañeros y compañeras
expusieron su visión acerca de ésta, a través de algo que fuese representativo
para ellos y ellas, destacando aportaciones entorno a la poesía, los tatuajes y
objetos de culturas diversas, libros, canciones, entre otras.
Con todo ello, podemos afirmar que la cultura es un concepto con muchas visiones
diferentes y que, aunque en un principio puede parecer un concepto muy claro,
cuando se profundiza en él, nos suelen aparecer muchas dudas. Este concepto se
puede definir analizando cuatro vertientes diferentes: la vertiente genérica,
entendida como aquello que nos diferencia de los otros seres vivos; la
vertiente humanista, entendida en el sentido estricto, que nace en la
Ilustración y que se caracteriza por tratarse de un concepto jerárquico,
procesual, selectivo, carismático y normativo; la vertiente sociológica, que la
entiende en dos sentidos, latente y manifiesto; y la vertiente antropológica,
que considera que no existe una única cultura, sino que hay tantas como
formas de entender el mundo.
Aunque todas estas definiciones son interesantes en su conjunto, en la
signatura vamos a considerar la cultura como un conjunto de elementos
simbólicos, significados y comportamientos compartidos por una comunidad o
grupo humano. Al mismo tiempo, podemos entender la cultura como un campo o
sector de la actividad humana, centrado en el uso y manipulación de símbolos
con los que se nutre ese universo simbólico.
A pesar de que hemos visto que la cultura es algo que impregna la vida del
ser humano y además es constitutiva de él, no podemos afirmar que se garantice
su distribución equitativa, por ello, la sociedad en general y la
educación social, en particular, debe facilitar un acceso a la misma para todos
y todas las personas, puesto que, como defiende La Plataforma en Defensa de la
Cultura, "sin cultura no hay futuro".
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