"Sin libertad de pensamiento, la libertad de expresión no sirve de nada" (José Luís San Pedro)

sábado, 21 de febrero de 2015

Animación Sociocultural como medio para la Participación

Por animación sociocultural existe un estereotipo vigente asociado al tiempo libre y al ocio. Sin embargo, se trata de un concepto que nace a finales de los años 70 en Europa, muy ligado al concepto de democracia cultural, a la participación. Es en este momento cuando surge la figura del animador, paralelamente a la del educador y educadora social.

Por democracia cultural entendemos “la metodología de la acción liberadora de la sociedad, en la que se promueve la participación, partiendo de los intereses y necesidades de los propios ciudadanos y donde son los ciudadanos los que deciden en cada momento que es lo mejor y más conveniente”.


Así, democracia cultural nos remite a la idea de cómo el pueblo puede elegir, a través de su poder popular, lo que consideren oportuno en lo referido a la cultura, haciendo posible una mayor participación ciudadana y fomentando los intereses hacia temas culturales formando parte de las estrategias referidas a a la cultura y su práctica social. 

En relación a la democracia cultual, podemos dirigirnos al enlace que proponemos a continuación, en el que encontrareis un blog a través del cual poder ampliar conocimientos e indagar acerca de este tema:


Volviendo al tema central que nos ocupa, la animación sociocultural, cabe decir que en la asignatura hemos visto diferentes maneras de aproximarnos a este concepto, tales como:

- Animación sociocultural como acción o actuación, en la que destacamos autores como Pierre Besnard (1998), Trilla, J. (1997) o Barrado, J.M. Con ello, entendemos la animación sociocultural como toda acción crítica, libre y transformadora de la sociedad, realizada por individuos, grupos o instituciones, sobre una comunidad, cuyo objetivo final es el de generar procesos de participación activa, en los miembros de esa comunidad, en el proceso de su propio desarrollo.

- Animación sociocultural como actividad o práctica, destacando autores como M.Hicter, Català, R.; Carbó, O. (1991) y la UNESCO. Así, nos referimos a la misma como un conjunto de prácticas sociales que tienen como objetivo ayudar al hombre a comprender su entorno social, político, económico y cultural, estimulando la iniciativa y participación del mismo en el proceso de su propio desarrollo y de la sociedad en general.

- Animación sociocultural como proceso, destacando a Mario Viché (1989), que la entiende como un proceso que surge desde dentro de los grupos sociales, cuyos miembros, a través de la participación activa, serán capaces de generar cultura.

- Animación sociocultural como modelo de acción, destacando a Ventosa, V. que considera la misma como una intervención dirigida a los procesos de desarrollo de forma activa, participativa y creativa.

Llegados a este punto, consideramos relevante hacer referencia a Fernando de La Riva (1986), quien prioriza en la comunicación y la participación como ámbito, instrumento, lenguaje y eje del proceso de desarrollo social y cultural, dirigido a grupos o colectivos que presentan mayores barreras para la participación, con el objetivo de conseguir que estos desarrollen sus propias alternativas y soluciones a sus problemas y necesidades, a través de métodos creativos, dinámicos, activos y experienciales. 

Entre las diversas finalidades que se le suponen a la animación sociocultural, parece que aquella en la que la mayoría de autores suele coincidir es en la mejora de la calidad de vida de los grupos y las comunidades. Desde nuestro punto de vista consideramos importante que el animador, en sus intervenciones, posibilite que los grupos asuman de manera autónoma su propio desarrollo; así, se puede decir que la participación y la formación son los objetivos y los medios que tienen que conducir a la autonomía personal, grupal o comunitaria, lo que resulta indispensable para lograr esa mejora de la calidad de vida.

Según Armengol (1995:18), la animación sociocultural constituye, cada vez más, no solo un sector o ámbito de la educación social, sino también un paradigma de acción dentro de dicho campo profesional. Así mismo, en palabras de Ander-Egg (1998:42), la Animación Socio Cultural es “una tecnología social que, basada en una pedagogía participativa, tiene por finalidad actuar en diferentes ámbitos de la calidad de vida, promoviendo, alentando y canalizando la participación de la gente en su propio desarrollo socio-cultural”.


Con todo esto, consideramos importante destacar que la animación sociocultural se distingue por la manera de llevar a cabo las tareas concretas y las actividades específicas, y no por éstas en sí mismas. Por ello, podemos concluir con uno de los principios establecidos por Sánchez, (1991:29), en relación a todo aquello que no debe ser la animación sociocultural y, entre muchas otras cosas, no es entretenimiento. Es decir, no se trata de ocupar el tiempo por ocuparlo, sino de avanzar en la sensibilización, participación y responsabilidad en la vida cotidiana. Como planteábamos al inicio de este comentario, la animación sociocultural no es ocio y diversión en sí mismo, sino que es un medio para vitalizar, dinamizar e impregnar de vida todo lo que necesita de su intervención.




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