"Sin libertad de pensamiento, la libertad de expresión no sirve de nada" (José Luís San Pedro)

jueves, 5 de marzo de 2015

Las Misiones Pedagógicas, como democratización cultural

En clases anteriores hemos visto las dos tendencias principales de la política cultural: la democratización de la cultura y la democracia cultural. Como hemos visto estos días, se trata de dos corrientes muy importantes e interesantes y por ello, plantear ejemplos que puedan servirnos para entenderlas mejor es de gran ayuda.



Así, las Misiones Pedagógicas que se llevaron a cabo en la II República son un claro ejemplo de democratización cultural, cuyo objetivo era acercar y hacer llegar la cultura a todas aquellas zonas rurales con escaso nivel de alfabetización, recursos culturales, entre otros. Se trata de un momento histórico en el que se toma verdadera conciencia de la difícil situación que atraviesa el país y del atraso que se padece, respecto al resto de Europa. Desde estos planteamientos, se considera que la mejor forma para remediarlo es a través de la educación, especialmente la de las clases más pobres, que cuentan con menos recursos; planteándose las Misiones Pedagógicas como medio para sacar al pueblo de la ignorancia en la que vive.

En relación con el fomento de la cultura se produjo un establecimiento de bibliotecas populares fijas y circulantes, así como la organización de lecturas y conferencias públicas relacionadas con las bibliotecas; sesiones cinematográficas que den a conocer la vida y costumbres de otros pueblos; sesiones musicales de coros y pequeñas orquestas; audiciones por radio y discos seleccionados y exposiciones reducidas de arte a modo de museos circulantes para que toda la población pueda acudir a estas actividades y acercarse así a la cultura.

Por todo esto, hablamos de un ejemplo de democratización de la cultura, porque lo que se pretendía era garantizar el acceso de toda la población a las actividades culturales. Desde nuestro punto de vista, se trata de una iniciativa que en su tiempo fue muy innovadora y que logró fomentar a cultura y motivar a la población, aunque debido al escaso tiempo en el que se produjo, no consiguió los efectos esperados.



"No venimos a pediros nada. Al contrario; venimos a daros de balde algunas cosas. Somos una escuela ambulante que quiere ir de pueblo en pueblo. Pero una escuela donde no hay libros de matrícula, donde no hay que aprender con lágrimas, donde no se pondrá a nadie de rodillas, donde no se necesita hacer novillos” Manuel Bartolomé Cossio.

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